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Todos los Semáforos en Verde

cultura equipos roadmap Jun 25, 2022

Es una reacción muy humana pensar o, en algunos casos, ansiar que en algún momento llegaremos a la situación ideal donde todos nuestros problemas estarán solucionados y podremos, simplemente, enfocarnos en disfrutar la vida.

Pero, al menos por ahora, no parece ser factible esa situación paradisíaca.

Todavía hay algunas cosas que resolver, problemas que solucionar y cambios que realizar.

Por eso, es natural preguntarnos cuál es el momento ideal para realizar un proyecto de cambio o transformación.

En nuestra experiencia, la respuesta es similar al refrán que dice que "el mejor momento para plantar un árbol fue hace veinte años y el segundo mejor momento es hoy".

No hay un momento mucho mejor que ahora y, si no iniciamos el proceso de cambio, lo más probable es que las cosas solo empeoren. No deberíamos esperar a que todos los semáforos estén en verde para iniciar nuestro viaje.

Por eso, cuando nuestros clientes nos preguntan cuánto tiempo toma una transformación organizacional, nuestra respuesta tiene dos partes.

La primera es que se pueden lograr cambios muy significativos en períodos relativamente cortos de tiempo (entre 90 días y 8 meses). La segunda parte de la respuesta es que la transformación, realmente, no termina (y no debería terminar) nunca.

El objetivo, por lo tanto, no es producir la transformación "definitiva", sino realizar mejoras constantes y periódicas, para adaptarnos a los entornos continuamente cambiantes que enfrentan las empresas modernas.

Por ello, el Roadmap de Semco Style Institute identifica que, una vez que los líderes han tenido la valentía de declarar la necesidad de cambio y hemos involucrado a todos los stakeholders relevantes en el rediseño participativo de la organización y el trabajo, necesitamos implementar un conjunto de Pilotos y Experimentos que nos permitan verificar si vamos en el camino correcto.

El ideal es que estos pilotos y experimentos se puedan implementar rápidamente y nos permitan obtener retroalimentación temprana con respecto a qué funciona y qué es necesario ajustar en nuestro nuevo diseño organizacional.

El objetivo fundamental de esta etapa en el proceso de transformación es evitar la tendencia natural de las organizaciones a planificar excesivamente, tratando de cubrir todos los posibles escenarios.

Por lo tanto, más que llegar a la solución perfecta, lo cual es, simplemente, imposible, lo que queremos es construir una organización que está constantemente aprendiendo y desarrollándose.

En este tipo de organizaciones, las personas se sienten estimuladas a probar nuevas ideas y enfoques y, lo que es más importante, se sienten apoyadas, independientemente de cuál sea el resultado de esos experimentos. Como se suele decir, "las únicas alternativas son tener éxito o aprender"". Tenemos que configurar nuestro enfoque para que el fracaso no sea una opción.

Necesitamos reconocer que, en cualquier proceso de transformación, el cambio de dirección es más importante que la velocidad con que se ejecuta.

Ir a toda velocidad en la dirección equivocada suele ser una receta para el desastre. Pero sucede mucho más seguido de lo que se cree.

Por lo tanto, que nosotros y nuestros stakeholders podamos ver rápidamente que las cosas se están haciendo de forma distinta y mejor es más importante que generar cambios impresionantes que tomen mucho tiempo.

No necesitamos intentar "hervir el océano", sino simplemente reconocer que "un viaje de mil kilómetros siempre empieza con un primer paso".