Todos en el Mismo Barco
May 07, 2022Como han identificado los doctores Hogan, Kaiser y Chamorro-Premuzic en su artículo "Una Perspectiva Evolucionaria de la Cultura", hay tres principios fundamentales que podemos recoger al analizar la evolución de los seres humanos a lo largo de la historia:
- Los seres humanos siempre viven en grupos. Simplemente, el ser humano no es capaz de sobrevivir por sí solo en muchos ambientes naturales, especialmente en sus primeros años de vida. Por lo tanto, necesita ser parte de una comunidad o familia.
- Los grupos de personas (equipos, organizaciones, países, etc.) comúnmente están en competencia con otros grupos de personas (por el espacio geográfico, recursos, etc.) y aquellos grupos donde sus miembros colaboran entre sí siempre terminan ganándole a los grupos donde sus integrantes compiten entre ellos o están en constante confrontación. Por lo tanto, en la competencia externa (entre grupos), es fundamental que los integrantes del grupo subordinen sus propios intereses a aquello que es más beneficioso para éste (los intereses colectivos).
- Al interior de cada grupo, los individuos que buscan maximizar sus propios intereses suelen obtener mayores beneficios que aquellos integrantes que siempre colaboran y sacrifican sus intereses individuales al interés colectivo.
Todo esto implica, obviamente, que hay una tensión estructural y constante entre lo individuo y lo colectivo, la competencia y la colaboración. Entre los individuos y sus equipos (o familias), los equipos y la organización, las organizaciones y las sociedades, etc.
Estos principios tienen enormes consecuencias para nuestras vidas diarias, tanto en el mundo laboral como en el ámbito personal.
A nivel individual, necesitamos regular cuánta colaboración y cuánta competencia vamos a desplegar.
Como ha indicado el Dr. Hogan, siempre tenemos que estar regulando dos fuerzas muy potentes: 1) "Avanzar Hacia Nuestros Objetivos" (en inglés, "Getting Ahead") y 2) "Llevarnos Bien con los Demás" ("Getting Along") y la experiencia muestra que aquellas personas que son capaces de maximizar ambas fuerzas suelen lograr mejores resultados en la vida.
Por otra parte, como líderes, tenemos que entender que nuestros equipos y organizaciones (incluso, nuestras sociedades o países) son parte de un contexto mayor, donde esas mismas fuerzas y tensiones siempre están presentes.
Desafortunadamente, la relación que las personas y organizaciones solemos tener con nuestro entorno suele ser más confrontacional y adversaria que colaborativa y creativa.
Nuestros instintos naturales suelen ser de desconfianza, autoprotección y desafío de cualquier influencia que se interponga con nuestro bienestar.
Eso es entendible porque, aunque nos cueste aceptarlo, nuestra percepción más común del entorno es que es incierto, amenazante e, incluso, peligroso. Ya sea por desconocimiento o por experiencias pasadas negativas.
Sin embargo, los líderes no nos podemos dar ese lujo pues nuestro rol, precisamente, es articular la relación entre los integrantes de nuestro grupo y su entorno.
Los líderes definimos qué tipo de relación nuestro equipo u organización debería tener con su contexto, lo que, en definitiva, se traduce en la relación que queremos tener con nuestros distintos stakeholders o grupo de interés (clientes, proveedores, sindicatos, competidores, comunidades, etc.)
De más está decir que, si nuestra única forma de relacionarnos con nuestros stakeholders es en base a la confrontación o competencia, podemos estar faltando seriamente a nuestra obligación como líderes y los resultados estarán muy lejos de ser óptimos.
Por ello, un pilar clave del Framework de Semco Style es "Encontrar Espacios Comunes" para generar un nivel extremo de alineación con nuestros stakeholders o grupos de interés.
Esto implica aplicar la creatividad y el liderazgo para encontrar ámbitos donde nuestras acciones no solo generen los efectos positivos que esperamos para nuestros equipos y organizaciones, sino generar sinergias que sean positivas para nosotros y nuestros stakeholders.
Una y otra vez, la experiencia y la investigación han mostrado que hay un espacio enorme para encontrar prácticas y acciones virtuosas, que generen mayores beneficios para todos.
Por ejemplo, evitar la contaminación ambiental no siempre implica mayores costos, sino que también puede ser económicamente beneficioso para las empresas.
Generar mayor satisfacción de nuestros clientes, crear ambientes más seguros para nuestros colaboradores, crear beneficios para nuestras comunidades, etc., si lo enfrentamos con resolución y creatividad, pueden dejar de ser una relación de "suma cero", donde al ganar unos, otros obligatoriamente tienen que perder.
Por supuesto, eso es más difícil que solo defender lo que consideramos nuestro pues requiere entender a otras personas, ser capaces de ponernos en su situación y tener la disposición y creatividad para probar soluciones que pueden parecernos raras e inusuales.