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El Liderazgo es un Deporte de Equipo

equipos liderazgo roadmap Jul 16, 2022

Una de las grandes deficiencias del estudio tradicional del liderazgo es que suele centrarse en identificar las acciones y características de las personas que ocupan actualmente posiciones de alto nivel en las organizaciones.

Este tipo de estudios seleccionan una cierta cantidad de personas en posiciones como CEO o Gerente General y luego identifican las características distintivas y prácticas que explicarían su éxito.

Sin embargo, el error fundamental que cometen esos estudios es que asumen que esas características llevarán al éxito a sus compañías.

Pero la cantidad de ejemplos de "líderes" de ese nivel que han llevado a sus empresas al fracaso, parcial o total, es tan grande que, simplemente, es imposible aceptar que sea un buen enfoque para entender qué significa ser un líder efectivo.

La razón fundamental es que la forma en que una persona llega a ocupar una posición superior en una organización tiene mucho más que ver con su competitividad y habilidades políticas que con su capacidad para construir equipos y organizaciones de alto desempeño.

Por eso, es mucho más útil un estudio como el realizado por Jim Collins para su libro "Good to Great", que identificó primero a compañías que habían sido exitosas durante múltiples décadas y luego analizó a sus líderes.

Al contrario de la mayoría de los libros más populares de liderazgo, Collins encontró que los líderes de estas compañías altamente exitosas se caracterizaban por una mezcla muy poderosa de humildad personal y fuerza de voluntad indomable. Algo muy distinto del típico paradigma de los líderes carismáticos y camaleónicos que aparece mucho más seguido en la literatura del liderazgo.

Por lo tanto, necesitamos definir el liderazgo de una manera distinta, más simple y concreta, como "la construcción y mantención de equipos y organizaciones de alto desempeño".

Por tanto, la prueba final de la efectividad no está en las características de los líderes o en las acciones que tomen o dejen de tomar, sino en si su trabajo deriva en un equipo o una organización de alto desempeño o alta efectividad.

Esto indica que el liderazgo, en su esencia es una actividad colectiva, más que puramente individual. Tiene que ver con la calidad de la interacción al interior de los equipos y organizaciones, más que con las características de una persona.

Por ello, el Roadmap de Semco Style Institute enfatiza la necesidad de profundizar en la maduración de la autonomía de los equipos, en nuestro proceso para construir organizaciones altamente efectivas.

En pocas palabras, esto significa que tenemos que revertir la tendencia natural de las personas y equipos de "delegar hacia arriba", para que los líderes tomen las decisiones y debemos transferir los roles de gestión o management del día a día hacia los equipos.

Estos roles no solo incluyen la toma de decisiones, sino la recolección e interpretación de información, la retroalimentación a las partes involucradas y la resolución de conflictos.

Al asumir estos roles, los equipos incrementan su autonomía y, como consecuencia, la organización como un todo se torna más ágil, emprendedora e innovadora.

En estos equipos, simplemente, no es aceptable que cada persona cumpla estrictamente con sus funciones y tareas, sino que deben ir más allá y asumir, individual y colectivamente, la responsabilidad final por los resultados y las consecuencias de sus acciones e inacciones.