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¿Cómo ser un desempleado exitoso?

cultura talento Jul 16, 2021

Emprender, esencialmente, es estar desempleado.

Desde el punto de vista legal, no tenemos un empleador. Al menos no uno distinto a nosotros mismos. (A no ser que creemos una entidad legal separada y ella nos contrate, pero eso no cambia la esencia de la situación).

Pero esto no significa, necesariamente, que sea una situación negativa o que todo esté perdido para nosotros. Por el contrario, puede ser lo más positivo para nuestras vidas.

Obviamente, la palabra "desempleado" tiene una carga emocional y social muy fuerte, lo cual influye en que el proceso de emprender se experimente como más difícil de lo que ya es por sí mismo.

Sin embargo, desde mi punto de vista, estar desempleado no es sinónimo, necesariamente, de estar desocupado.

Por el contrario, cuando decidimos emprender (o somos empujados a ello, dirían algunos), lo primero que tenemos que hacer es asegurarnos de que esas dos palabras no sean aplicables a nosotros al mismo tiempo o no signifiquen lo mismo. Puede que no tengamos un empleador, pero no significa que estemos desocupados, sin actividad.

¿Cómo podemos, entonces, ser desempleados exitosos? ¿Cómo podemos emprender de manera efectiva?

Primero, tenemos que entender que emprender tiene grandes ventajas y libertades, que pueden sonar a un paraíso para muchos. Pero también involucra responsabilidades muy importantes.

Las dos responsabilidades primarias de quienes emprendemos, como ha identificado Dan Sullivan, son:

  1. Que nos negamos a responsabilizar a cualquier otra persona por nuestra situación de vida (financiera, satisfacción, salud mental y física, etc.). En pocas palabras, si tenemos la libertad para tomar cualquier decisión, entonces no hay ninguna otra persona a quien podamos o debamos responsabilizar; y

  2. Que nos negamos a recibir compensación hasta que hayamos creado valor para otros antes. Por lo tanto, tenemos que asegurarnos de que hay una creación de valor (mientras mayor, mejor), antes de esperar ser recompensados. Cuánto esfuerzo hemos hecho o cuánto tiempo dedicamos es totalmente irrelevante. Lo que importa es la creación de valor, de resultados concretos.

Por ello, la definición de "emprendedor" (entrepreneur) del economista francés Jean-Baptiste Say era, "un emprendedor es alguien que moviliza recursos desde un nivel de menor productividad a un nivel de mayor productividad y retorno".

Por supuesto, el primer recurso que tenemos que movilizar es a nosotros mismos, desde situaciones donde nuestro tiempo y esfuerzo generan productividad y retorno menor (por ejemplo, un empleo asalariado, sin tiempo libre, etc.) a un nivel de productividad y retorno muy superior (donde generamos un gran valor para múltiples stakeholder) y somos recompensados por ello.

Vivir nuestra vida de acuerdo a estas dos responsabilidades es muy desafiante y es algo que tenemos que estar constantemente ajustando y reforzando, pero los beneficios pueden ser muy grandes y satisfactorios.